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Objetivos de la poda de un árbol

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La poda de un árbol consiste en la eliminación de ramas o partes de ramas de un árbol que se realiza siguiendo unos criterios y unos objetivos definidos y buscando una determinada intencionalidad.

La poda de un árbol debe respetar  la estructura del árbol, el ritmo del árbol (ser gradual),  la etapa de desarrollo, las características de la especie, además de respetar las reservas del árbol y sus sistemas de defensa. Así que la poda no es ni un motivo ni una finalidad por ella misma, sino una forma de alcanzar uno o varios objetivos previamente definidos. ¿Cuáles son los objetivos de la poda de arbolado?

Objetivos de la poda de un árbol:

  1. Conseguir y mantener un desarrollo adecuado de los ejemplares, manteniendo y mejorando su salud y estructura (motivo general).
  2. Adecuar el árbol a las necesidades de uso del espacio donde se desarrolla (motivo de situación).
  3. Evitar el desprendimiento de ramas que podrían causar daños a las personas y bienes (motivo de seguridad).
  4. Evitar el rozamiento de ramas que podrían causar daños o inconvenientes a edificios e infraestructuras o al árbol mismo (motivos de seguridad y sanitario).
  5. Evitar que el ramaje bajo afecte al paso de peatones, al tránsito de vehículos o a la señalización vertical viaria (motivo de seguridad).
  6. Descargar de peso aquellos árboles con riesgo de caída o rotura (motivo de seguridad).
  7. Formar correctamente los árboles, reformar aquéllos que están mal formados o reequilibrar la copa de un árbol de copa desequilibrada (motivos estético, de seguridad y sanitario).
  8. Proporcionar una mayor belleza al ejemplar y a su entorno (motivo estético). Conseguir, en algunos casos, el máximo desarrollo de las copas de los árboles de sombra (motivo funcional).
  9. Evitar, en algunos casos, que las plagas o enfermedades se extiendan, suprimiendo ramaje y follaje secos o afectados (motivo sanitario).

No se debe podar si no existe ninguno de estos motivos y sin tener un claro objetivo.

En cualquier caso siempre se deberá intentar respetar al máximo la biología del árbol y adaptar el tipo de poda practicado a su forma y estructura características, teniendo en cuenta el espacio de que dispone, por lo que es importante conocer el desarrollo que podrá tener el árbol antes de hacer la plantación y hacer una elección consiguiente de la especie/cultivar usado y del tipo de poda de formación deseado.

Las distintas especies de árbol presentan respuestas distintas al sistema de poda practicado, tanto por lo que hace referencia al corte de poda, como a la severidad, época, tipo y periodicidad de poda. Esta respuesta depende de su aptitud para cerrar las heridas de poda, de la resistencia de la madera a la descomposición y de la velocidad de crecimiento del ramaje.

 

Información extraída de la NTJ 14C Parte 2 Mantenimiento del arbolado: Poda y del Manual práctico de jardinería nº 9 Los trabajos de poda del arbolado urbano.

Más información, consulta Tipos de poda de arbolado, Técnicas de poda de arbolado urbano, Presentación oficial del estándar europeo de poda.

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